El equipo gerencial de Loiee daba por entendido que los perecederos “se venden solos” en el mercado restaurantero, pero cuando la competencia comenzó a sobrepasarlos, comprendieron que más allá de la calidad de sus productos y de su servicio, debían venderse como un aliado confiable a largo plazo.
Así, diseñamos un discurso de venta y una gráfica memorables, y con esta nueva identidad la fuerza de ventas salió a afianzar relaciones comerciales, recuperar clientes y conquistar nuevos compradores.